sábado, 21 de febrero de 2015

Biopsia de médula ósea

Una biopsia de médula ósea es la extracción de la médula de la parte interna de un hueso. La médula ósea es el tejido esponjoso que se encuentra dentro de los huesos el cuál ayuda a formar las células sanguíneas. Su principal función es albergar las células madre que se encargan de la producción de las células de la sangreglóbulos blancos, glóbulos rojos, y plaquetas (fragmentos citoplasmáticos pequeños, irregulares y carentes de núcleo. 

Forma en que se realiza el examen

Una biopsia de médula ósea se puede realizar en un hospital o consultorio médico. La muestra se puede adquirir del hueso del esternón o de la cadera, aunque a veces, también suelen utilizarse otras áreas.

Se trata de una prueba que se realiza frecuentemente para el estudio de patologías hematológicas como tumores (Masa de tejido de una parte del organismo cuyas células sufren un crecimiento anormal y no tienen ninguna función fisiológica), anemias, enfermedades raras. Gracias a ella se han conseguido curar enfermedades que a principios del siglo XX se consideraban intratables.

La médula se puede extraer realizando los siguientes pasos: 
  • En caso de que sea necesario, se le otorga un medicamento para ayudarlo a que se relaje.
  • El doctor higieniza la piel y coloca mediante una inyección, un anestésico dentro del área y la superficie del hueso.
  • Se introduce en el hueso una aguja especial para realizar una biopsia. Luego se retira esta aguja especial  y la aguja hueca se introduce más profundamente en la parte interior del hueso. Esto permite capturar una diminuta muestra, o núcleo, de médula ósea dentro de la aguja. 
  • Se retiran la aguja y la muestra. 
  • Se aplica presión y luego un vendaje a la piel.
También se puede llevar a cabo un aspirado medular, generalmente antes de tomar la biopsia. Después de anestesiar la piel, se introduce la aguja (aguja de Jamshidi) dentro del hueso y se utiliza una jeringa para extraer la médula ósea líquida. Si esto se hace, se retira la aguja y se reubica o se puede utilizar otra aguja para la biopsia.



Preparación para el examen

Coméntele al médico:
  • Si usted es alérgico a algún medicamento.
  • Qué medicamentos está tomando.
  • Si tiene problemas de sangrado.
  • Si está embarazada.
Se debe firmar una autorización.
Lo que se siente durante el examen

Usted sentirá una punzada aguda cuando le inyecten la anestesia. La aguja de la biopsia puede también ocasionar un dolor breve, pero generalmente fuerte.  Esta prueba puede ocasionar algo de molestia, dado que el interior del hueso no se puede anestesiar.
Si también se realiza un aspirado medular, usted puede sentir un dolor fuerte y breve a medida que se extrae el líquido de la médula ósea.
Razones por las que se realiza el examen

El médico puede ordenar este examen si uno tiene tipos o cantidades anormales de glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas en un hemograma o conteo sanguíneo completo (CSC).
El examen se utiliza para diagnosticar leucemia, infecciones, algunos tipos de anemia y otros trastornos sanguíneos. También puede emplearse para ayudar a determinar si un cáncer se ha propagado o ha respondido al tratamiento.
Resultados normales

Un resultado normal significa que la médula ósea contiene los tipos y números apropiados de células productoras de sangre (hematopoyéticas), adipocitos y tejidos conectivos.

Significado de los resultados anormales

Los resultados anormales pueden deberse a cánceres de la médula ósea (leucemia, linfoma, mieloma múltiple u otros cánceres).
Con los resultados, se puede detectar la causa de anemia (muy pocos glóbulos rojos), glóbulos blancos anormales o trombocitopenia (muy pocas plaquetas).
Otras afecciones para las cuales se puede realizar el examen son:
  • Coccidioidomicosis diseminada (una infección micótica en todo el cuerpo)
  • Leucemia células pilosas
  • Linfoma de Hodgkin o linfoma no Hodgkin
  • Anemia aplásica idiopática
  • Mieloma múltiple
  • Síndrome mielodisplásico (SMD)
  • Neuroblastoma
  • Policitemia vera
  • Amiloidosis primaria
  • Mielofibrosis primaria
  • Trombocitemia primaria
  • Anemia aplásica secundaria
  • Amiloidosis sistémica secundaria
  • Macroglobulinemia de Waldenstrom

Riesgos

Sus riesgos son similares a los de otros tipos de biopsia y, sin embargo, la mayoría de la gente tiene un miedo especial a realizársela porque se relaciona con el dolor. Efectivamente la biopsia de médula ósea es una prueba que provoca cierto dolor, pero las técnicas actuales han disminuido mucho el daño que antes provocaban, tanto en intensidad como en duración (sólo dura unos pocos segundos).


Aunque parece que la médula ósea tiene un acceso complicado, se puede llegar a ella fácilmente a través de huesos superficiales con una aguja fina. Se trata de una técnica invasiva, pero poco agresiva, y se realiza fácilmente sin necesidad de un ingreso hospitalario. Dura menos de media hora y permite conocer la enfermedad del paciente con profundidad para proporcionarle el tratamiento más adecuado.
Aunque puede llegar a haber algo de sangrado en el sitio de punción, los riesgos más serios, como sangrado o infección graves, son muy infrecuentes.
Nombres alternativos

Biopsia de la médula ósea

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